No deje los grifos abiertos inútilmente: una regla simple y eficaz para ahorrar agua.
Controle que los grifos queden bien cerrados: a veces no son fáciles de cerrar, preste atención y evite goteos; en caso de
pérdidas continuas repárelos lo antes posible.
Considere el uso del agua corriente potable en lugar del agua mineral embotellada: de ese modo contribuirá a disminuir la
producción de desechos plásticos y la contaminación causada por su transporte.
Coloque un atomizador en el grifo y cámbielo periódicamente: el consumo se reducirá de manera significativa.
Evite el uso del lavavajillas y la lavadora si no están cargados por completo: reducirá el consumo superfluo tanto de agua
como de energía.
Nunca supere las dosis de detergente recomendadas por los fabricantes y controle el tipo de detergente en base a la dureza del
agua: de esta forma reducirá el consumo hídrico.
Deje enfriar el agua utilizada para la cocción, por ejemplo de las verduras, y úsela para regar sus plantas.
Consumo de Energía
No abra frecuentemente la puerta de la nevera o el congelador y, una vez abierta, controle que se cierre bien.
Desescarche el congelador cada vez que sea necesario: un congelador con mucha escarcha consume más.
No ponga alimentos calientes en el congelador o la nevera: un alimento demasiado caliente en el congelador aumenta el consumo
de energía y puede alterar los otros productos congelados.
Al hervir el agua, cubra la olla con una tapa: ahorrará tiempo y energía.
Para los alimentos que requieren mucho tiempo de cocción, elija la olla a presión: así se reduce significativamente el tiempo
de cocción y, por consiguiente, el consumo de energía.
No abra el grifo del agua caliente cuando no sea necesario: aunque el agua caliente no llegue al grifo, correrá el riesgo de
accionar inútilmente la caldera.
Encienda el horno sólo cuando sea necesario, sin largos precalentamientos; no abra el horno si no es imprescindible: recuerde
que el horno consume mucha energía, enciéndalo durante el tiempo estrictamente necesario.
Para calentar los alimentos prefiera el microondas al horno tradicional: al no precisar
precalentamiento permite un gran ahorro de energía.
Use las modernas lámparas de alta eficiencia energética (fluorescentes o LED's).
Apague las luces que no utilice: es importante aprender a no dejar luces encendidas inútilmente.
Utilice la campana extractora racionalmente, regulando la velocidad en base a la efectiva necesidad de aspiración: si
está usando la placa de cocción con poca ollas o sin mucha producción de vapor, regule la campana a una velocidad baja.
Limpie los filtros de la campana periódicamente: mejorarán sus prestaciones y por ello reducirá su consumo.